visión compartida: Es
una visión interior que permite aumentar el nivel de aspiraciones de los
miembros de una organización, logrando que sus tareas constituyan parte de un
propósito común más amplio, produciéndose una sinergia,
reduciendo y canalizando los esfuerzos y creando un lazo de unión entre ellos.
Generalmente las ideas que
sirven de directrices en las organizaciones empresariales, y que son seguidas
satisfactoriamente y sin presiones por sus miembros proviene de una visión
compartida por la mayoría de ellos y puede nacer de cualquiera de los eslabones
jerárquicos.
Dominio
personal: Es
una de las disciplinas importantes puesto que una organización se desarrolla
cuando lo hacen sus integrantes; tomando en cuenta que el dominio de una
persona no puede ser aumentado por otro individuo, sólo se puede crear
condiciones que incentiven y respalden el deseo de hacerlo.
La práctica del dominio
personal supone aprender a mantener una visión personal y clara de la realidad
que nos rodea, ello genera en el interior de la persona una actitud
creativa, conduciendo al cambio necesario así como también enseña a no rebajar
la visión aunque parezca imposible.
Modelos mentales: Constituyen representaciones
mentales que se hacen del mundo, las cuales muchas veces no coinciden con
la realidad, siempre se ve al mundo con modelos
mentales y estos modelos
mentales son siempre incompletos. En tal sentido los modelos mentales conforman
unas guías muy poderosas que pueden llegar a afectar a todo cuanto hacemos.
El desarrollo de destrezas
para laborar con modelos mentales requiere el aprendizaje de aptitudes nuevas y
la implementación de innovaciones institucionales que permitan ejecutar esas
aptitudes. Se debe tomar en cuenta que la
meta
será el mejor modelo mental para quien encare los problemas y
trace los pasos para actuar.
Aprendizaje en equipo: Es el proceso de alinearse
y desarrollar la capacidad de un equipo para crear los resultados que sus
miembros desean. Es básico desarrollarlo sobre el enfoque de la visión
compartida, además del dominio personal, por que un equipo brillante está
formado por individuos que también son brillantes.
La disciplina del
aprendizaje en equipo implica dominar el diálogo y
la discusión para poder
entenderse entre los miembros del grupo y sacar el máximo de provecho de las
reuniones; de la misma forma se trasciende la comprensión de un solo individuo
y se puede aprender a observar los propios pensamientos.
Pensamiento sistémico: Abarca una variedad de métodos, herramientas y
principios dirigidos a examinar la interrelación de fuerzas que forman parte de
un proceso común. Por su naturaleza el
enfoque sistémico señala interdependencias y la necesidad de colaboración.
Es importante señalar el
concepto de sistema como una totalidad formada por elementos que afectan
recíprocamente a lo largo del tiempo
para alcanzar un propósito común.
Las calidad
total plantea la necesidad de llevar a cabo cambios
conceptuales y estructurales dentro de la organización. Estos cambios necesariamente
involucran a todo el contingente humano que en ella se desempeña. Por ello una
de las exigencias básicas de la calidad
total es la participación activa de todos los niveles organizacionales
y la transformación de los recursos de
la organización.
Este enfoque de la calidad
total se origina en los Estados
Unidos de América por
el Dr. Edward Deming, el
cual la considera como una filosofía de trabajo presente a lo largo y ancho de
la organización, donde se busca que las personas que realizan su trabajo se
auto-controlen y construyan la calidad, su método se
basa en catorce principios:
2.- Adoptar una nueva
filosofía.
3.- Dejar de depender de la
inspección en masa.
6.- Implantar la formación.
8.- Desechar el miedo.
9.- Derribar las barreras
entre las áreas de staff.
10.- Eliminar los slogans,
exhortaciones y metas para la mano de obra.
11.- Eliminar los cupos
numéricos para la mano de obra.
12.- Eliminar las barreras
que privan a la gente de su derecho de estar orgulloso de su trabajo.
14.- Actuar para lograr la
transformación.
Existen tres criterios
comúnmente utilizados en la evaluación
del desempeño de un sistema, los cuales están íntimamente
relacionados con la calidad total:
Eficiencia
Se utiliza para dar cuenta
del uso de los recursos o
cumplimientos de actividades, con dos acepciones: la primera, como relación
entre la cantidad de recursos utilizados y la cantidad que se había estimado o
programado a utilizar. La segunda, como grado en el que se aprovechan los
recursos utilizados transformándolos en productos.
Efectividad
Es la relación entre los
resultados logrados y los resultados propuestos y da cuenta del grado de
cumplimiento de los objetivos planificados. La efectividad se vincula con la
calidad a través de impactar en el logro de mayor y mejor servicio (según el
objetivo) sin embargo adolece de la noción de uso de recursos.
Eficacia
Valora el impacto de lo que
se hace, el producto o servicio que se presta, es decir el impacto.
Cambios y paradigmas gerenciales.
El supervisor como líder de
cambios y los paradigmas gerenciales
En el estilo de gerencia
tradicional se observa a un gerente que es el único líder, el único capaz de
tomar decisiones, es decir la persona que arenga las tropas. En el nuevo estilo
de gerencia, el gerente es un maestro, diseñador, mayordomo y planificador por
excelencia. Es un gerente que busca despertar las potencialidades de los
miembros que conforman la institución.
Un supervisor efectivo,
eficiente y eficaz es un supervisor orientado hacia la perfección, donde los
obstáculos no son de mayor importancia para la obtención del éxito y por ende
de una educación de calidad. Pero no tan sólo el supervisor es el que promoverá
los cambios, sino también los directivos, docentes, y demás miembros que
conforman la comunidad escolar.
En resumidas cuentas
necesitamos un gerente con visión inspiradora, ganadora y trascendente, con
sentido de planificación
continua y semanal, que trasmita liderazgo
mediante el ejemplo, que sea capaz de seleccionar y desarrollar talentos, con
conciencia de entrenamiento
diario, con facilidad para el acompañamiento en el terreno, con motivación
individualizada y de desarrollo
personal, con disciplina y compromiso y por último con sentido de
trabajo
en equipo.
Otro el supervisor sólo se
encargaba de lo plenamente administrativo con serias limitaciones; actualmente
el líder de cambios debe concentrarse en el desarrollo de cualidades de todos
los miembros que conforman la organización, es por eso que se propone siete
áreas específicas que lo convierte como el líder de la gestión
de calidad:
Facilitador: es
una persona que ayuda a sus colaboradores a identificar valores
profesionales, intereses de trabajo y fortalezas personales. Un facilitador
tiene alta capacidad para discutir problemas, ayuda a identificar planes a
largo plazo y apoyo para avanzar objetivos personales.
Evaluador: es
la persona capaz de entregar interacción honesta y objetiva que facilite el desempeño de
sus colaboradores tanto en su función como en la imagen
personal. Comparte y comunica claros estándares de desempeño con los cuales
serán evaluados. Sabe escuchar a la gente en términos del desempeño actual y el
interés de mejorarlo en el futuro.
Visionario: es
quien prevé el futuro y tiene capacidad de entregar información objetiva sobre
la organización, y las tendencias observadas sobre la profesión y la industria.
Ayuda a sus colaboradores a ubicar fuentes
de información que faciliten la realización de planes.
Consejero:
ayuda a la gente a identificar los objetivos y las alternativas para avanzar en
la carrera profesional y la gestión que desempeña en la institución. Esta
dispuesta a asistir a la gente para aclarar y avanzar sus proyectos
profesionales y personales y a mostrarles tantos los obstáculos como las
oportunidades, para integrarlos en forma efectiva con los objetivos y la misión de
la institución.
Motivador:
ayuda a las personas a identificar un camino y a desarrollar planes de acción
para conseguir los objetivos personales y de la organización
Asertivo: es
la persona que tiene claridad de los objetivos y la forma como
conseguirlos para obtener beneficios propios y dar beneficios a los demás.
Atento
a escuchar: esto es con la finalidad no de convencer,
sino de poder escuchar las necesidades de los demás miembros que conforman la
organización escolar.
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